Es evidente que el transporte es fundamental para el desarrollo sostenible. El número de vehículos en la carretera y los atascos han hecho perder dinero y tiempo de productividad, por no mencionar que son perjudiciales para la salud pública y el medio ambiente.
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Energías renovables para un transporte más sostenible
Para lograr la transformación energética necesaria para la descarbonización, el sector del transporte tendrá que recurrir cada vez más a las fuentes de energía renovables. Los principales puntos de entrada de las energías renovables en el sector del transporte son:
- El uso de biocombustibles mezclados con combustibles convencionales, así como mezclas más altas que incluyan el 100% de biocombustibles líquidos.
- Vehículos e infraestructuras de gas natural convertidos para funcionar con biometano mejorado.
- La electrificación de los medios de transporte, incluso mediante el uso de vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables o de hidrógeno, combustibles sintéticos y electro combustibles, cuando la electricidad es en sí misma renovable.
En general, los combustibles y las tecnologías de los vehículos varían mucho en cuanto a su madurez técnica, costes, nivel de sostenibilidad, potencial de mitigación del clima, distribución y tasas de aceptación entre los usuarios.
Las estrategias políticas en materia de energías renovables se están aplicando a diferentes niveles (desde el internacional hasta el subnacional), y aunque algunas son relevantes para el sector del transporte en general, otras son específicas para determinados subsectores con el fin de adaptarse a las necesidades y preferencias de diferentes industrias y usuarios.
Los turismos híbridos y totalmente eléctricos enchufables, los patinetes eléctricos, las bicicletas eléctricas y los camiones de basura eléctricos se han hecho más comunes en un número creciente de países, a menudo como resultado de las políticas y los objetivos adoptados en años anteriores.
¿Cómo podemos hacer que el transporte sea más sostenible?
A la hora de planificar los objetivos de desarrollo sostenible para el transporte, es fundamental definir lo que se quiere conseguir para la ciudad. Puede ser una mejora de la calidad de vida de los residentes, la creación de una ciudad funcionalmente densa y verde, la reducción de la brecha de la desigualdad o un uso más generalizado de la “energía verde”.
Los objetivos deben centrarse en todos los cambios que necesita la ciudad. Empieza por hacerte preguntas como:
- ¿Necesita aceras más anchas?
- ¿Necesita crear más carriles para bicicletas en las calles y carreteras?
- ¿Necesita el sistema de transporte de su ciudad más autobuses públicos?
- ¿Qué facilidad tendrían los residentes y visitantes para acceder a estos autobuses?
La conclusión es que cada ciudad tiene sus propias carencias a la hora de planificar el transporte sostenible. ¿Qué puntos podemos definir para iniciar la mejora?
Considerar el equilibrio entre los seres humanos, los vehículos y el medio ambiente es crear ciudades sostenibles
El transporte sostenible describe un equilibrio deseable, saludable y dinámico entre los seres humanos, los vehículos y los sistemas naturales. Hacer que el transporte sea más sostenible se traduce en hacer que las carreteras y calles de la ciudad sean más accesibles para todos, independientemente de sus circunstancias económicas.
Además, la sostenibilidad debe tener en cuenta el medio ambiente, ya que siempre debe mantener (o al menos impactar mínimamente) el entorno tal y como está sin las infraestructuras de transporte y urbanas.
Crear un marco que guíe el proceso de implementación y actualización
En el núcleo del transporte sostenible hay tres elementos que guían su aplicación: consideraciones económicas, medioambientales y sociales. Este trío se conoce como el triple resultado de la sostenibilidad.
Para planificar, aplicar y mantener adecuadamente un sistema de ciudad y transporte sostenible, hay que utilizar estos elementos de la triple cuenta de resultados como marco de referencia:
- Economía: Hacer que el coste de la infraestructura de transporte sea asequible para todo el mundo, incluidas las rentas bajas. Esto se enmarca en lo que se llama “economía sostenible”.
- Social: Desarrollar opciones de movilidad seguras y accesibles para las personas, independientemente de su sexo, edad y capacidades físicas.
- Medio ambiente: Crear soluciones que reduzcan las emisiones y la contaminación y protejan nuestro hábitat natural.
Utilizar el tiempo como hito para trabajar hacia nuestros objetivos de desarrollo sostenible
Crear un transporte sostenible implica utilizar un marco temporal para controlar y evaluar los progresos. El concepto de sostenibilidad implica un proceso temporal. Como tal, debemos rechazar nociones vagas como «pronto» y «futuro próximo».
Debe haber puntos de partida y de llegada específicos para la aplicación de determinados programas y planes. Pueden ser horas, meses o temporadas. Esto permite medir los cambios reales y determinar si se está trabajando hacia el objetivo.
