La repoblación de la denominada España vacía o vaciada está cada vez más de moda, por suerte. Muchos pueblos de distintas Comunidades Autónomas del Estado habían quedado despoblados y abandonados, o casi, debido a la gran migración hacia ciudades del siglo XX.
Las personas que acuden a estos pueblos y los vuelven a ocupar, dándoles vida, suelen apostar por las energías renovables para sus negocios y viviendas. Este hecho convierte a estos pueblos en receptores totales y posibles de energías como la fotovoltaica y en receptores de instalaciones de placas solares.
En el presente artículo, Atlas Green Energy hace un repaso por los distintos modos en los que la energía verde, renovable y sostenible se puede aplicar a los pueblos pequeños de este país, sean repoblados o no. ¿Te gustaría vivir en un pueblo y quieres ayudar al medioambiente? ¡Sigue leyendo!
Contenidos del artículo
¿Qué es la transición ecológica?
Antes de empezar con las maneras en las que la energía verde puede existir en un pueblo pequeño de la España vaciada o no, vale la pena recordar el concepto principal que da sentido y razón a todo esto: la transición ecológica.
La transición ecológica consiste en la iniciativa y fomento de mecanismos que lleven hacia las economías climáticas neutras siguiendo un paradigma equitativo entre consumidores y productores. En otras palabras: la transición hacia un consumo y producción de energía sostenible, independientemente de la localización y el origen.
Con esto en mente, los municipios y localidades pequeñas, como bien son los pueblos, se han convertido en uno de los jugadores principales para este nuevo sendero hacia un futuro más sostenible.
Ayudas del ministerio para la transición ecológica en pueblos
De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lanzó hace unos meses dos ayudas públicas dirigidas a particulares, administraciones y empresas de poblaciones de menos de 5.000 habitantes.
Las ayudas pertenecen al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) aprobado por la Comisión Europea, y cuentan con un presupuesto de 125 millones de euros. Además, el IDAE, Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, las gestiona.
Estas subvenciones pretenden impulsar la sostenibilidad de los pueblos más pequeños e incluso abandonados de nuestro país, reforzando su tejido energético y facilitando la transición ecológica de sus infraestructuras, edificios y habitantes.
¿De qué manera se puede aplicar la transición ecológica en los pueblos pequeños de España?
Las formas en las que cualquier ciudadano y habitante de un pueblo pequeño o antes despoblado de España puede apostar por las energías renovables en su localidad son las siguientes:
El coche eléctrico es posible en los pueblos pequeños
Aunque parezca algo muy lejano, nada más lejos de la realidad: los coches eléctricos pueden y deben existir en los pueblos pequeños y en aquellos de la llamada España vaciada.
De hecho, muchas de las personas que acuden a estas localidades necesitan un vehículo para desplazarse y conseguir bienes. De ahí que los coches, las furgonetas e incluso las motos sean los medios de transporte más clásicos y cuya base energética puede y debe ser la energía eléctrica, limpia y renovable.
Tanto es así que el IDAE ha iniciado el programa DUS 5000, con un presupuesto de 75 millones de euros. Estas subvenciones pretenden dar apoyo y fomento a la construcción de la infraestructura necesaria para desplegar vehículos y movilidad eléctrica en los municipios pequeños del país.
De esta forma, los habitantes de estos pueblos podrán trasladarse, viajar y hacer sus quehaceres diarios de forma cómoda y sostenible, siempre con su coche eléctrico cargado y con todo lo necesario para que pueda moverse.
La rehabilitación energética de edificios en pueblos pequeños
Otro de los contras que muchas personas ven en los pueblos pequeños son la rehabilitación de los edificios, casas y construcciones que en ellos existen. Este hecho suele provocar complicaciones económicas, ya que las estructuras es posible que estén perjudicadas y maltrechas.
Si se tiene esto en cuenta, la rehabilitación energética se convierte en un añadido extra para la adaptación y recuperación de estas casas y edificios. No obstante, vale la pena recordar que la mayor parte de estas casas tienen un gran potencial para la rehabilitación energética y la adaptación a las dinámicas de la transición ecológica.
En otras palabras y por poner un ejemplo, la mayor parte de estas construcciones no están dotadas de calefacción. Esto convierte a estas casas en el destinatario perfecto para nuevas formas de energía y sus respectivas instalaciones.
Por este motivo, el Gobierno aprobó el programa PREE 5.000 para este tipo de actuaciones vinculadas a la rehabilitación energética de edificios en pueblos pequeños. El total de presupuesto del que se dispone para ello es de 50 millones de euros hasta 2023.
El objetivo es, por ejemplo, fomentar la sustitución de instalaciones basadas en los combustibles fósiles por instalaciones de biomasa, energía solar, geotermia o bombas de calor. De esta manera, los edificios de los pueblos se convertirán en cien por cien sostenibles.
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