¿Qué es el hidrógeno verde y para qué sirve?

El hidrógeno verde es una nueva fuente de energía que  se está convirtiendo en un componente clave para lograr la transición energética y garantizar un futuro sostenible

El abaratamiento de la producción de hidrógeno verde a partir de energías renovables y  la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, han dado un impulso sin precedentes a este hidrógeno limpio.

Es más, este elemento juega un papel clave en la descarbonización de diversos sectores como la industria, la movilidad, el almacenamiento de energía… Sin duda, tenemos motivos para esperar grandes cosas del hidrógeno verde. 

 

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno es el elemento químico más simple y más abundante en la tierra: está formado solamente por un protón y un electrón. No es, en sí mismo, una fuente de energía.

Este hidrógeno se produce a partir de la separación de un compuesto donde ya está incluido y permite mover la energía de un lado a otro. Por ejemplo, en el caso del hidrógeno verde, se obtiene a través del agua.

Por lo tanto, el hidrógeno verde se obtiene por electrólisis a partir de fuentes renovables. Este proceso consiste en la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2).

 

Ventajas del hidrógeno frente a los combustibles fósiles

En el viejo debate entre los combustibles fósiles y las energías renovables, cada vez hay menos argumentos en contra de estas últimas. Aunque hay varios conceptos erróneos en torno a las energías renovables, uno de sus principales inconvenientes es su dependencia de elementos naturales. Antes, si no había viento, no había energía eólica. Si era de noche, no había energía solar.

A falta de poder obligar al sol a brillar por la noche, los esfuerzos se centran en encontrar una herramienta adecuada que permita almacenar el exceso de energía generada por las buenas condiciones meteorológicas. La finalidad es  poder utilizarla para cuando las condiciones sean menos favorables. ¿El contendiente? El hidrógeno verde.

Podemos almacenar este hidrógeno limpio comprimido en tanques específicos y, cuando necesitemos energía, este elemento se canaliza en una pila de combustible. Ahí combinamos el hidrógeno con el oxígeno del aire para producir electricidad y el único subproducto que se produce es el agua.

 

¿Para qué sirve el hidrógeno limpio?

El hidrógeno verde como combustible

Gracias a tecnologías como la pila de combustible, el hidrógeno verde se está utilizando en el transporte, proporcionando una alternativa de movilidad sostenible. Los coches que funcionan con esta energía limpia tienen un depósito de hidrógeno que se conecta a la pila de combustible, donde se genera la electricidad que alimenta el motor.

Los vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV) suponen una revolución en el sector de la energía y el transporte hacia el uso de combustibles con una huella neutra de carbono. Actualmente, sólo representan el 0,5% de las ventas de vehículos nuevos de bajas emisiones. Sin embargo, como afirma la Agencia Internacional de la Energía, el mercado de los FCEV está empezando a florecer.

Hyundai ha anunciado que fabricará 500.000 vehículos de hidrógeno para 2030, París ha comenzado a desarrollar una flota de taxis que funcionan con este combustible y en varias ciudades europeas los vehículos de recogida de residuos ya funcionan con esta tecnología.

Asimismo, el hidrógeno verde también será clave para los vehículos mineros, los trenes, los aviones, los camiones, los autobuses e incluso el transporte marítimo

 

El hidrógeno verde en la industria

Además del mencionado uso como almacén de energía, el hidrógeno se utiliza actualmente en dos sectores principalmente. Uno de ellos es la industria química para la fabricación de amoníaco y fertilizantes. Mientras que su segundo uso principal es en la industria petroquímica para producir productos derivados del petróleo.

Además, está empezando a utilizarse en la industria siderúrgica, un sector muy presionado en Europa por su efecto contaminante. Gracias a este gas, existe la oportunidad de cambiar algunos procesos de la industria para hacerlos menos agresivos con el medio ambiente.

 

El hidrógeno verde en el uso doméstico

En cuanto al uso doméstico, ya hay varios proyectos sostenibles en marcha que pretenden sustituir la red de gas natural por una red de hidrógeno verde que proporcione electricidad y calor a los hogares sin producir emisiones contaminantes.

Sin duda, el hidrógeno verde está adquiriendo un papel protagonista en la descarbonización de la economía.

Sin embargo, aún quedan retos por delante en cuanto a su despliegue: reducir los costes de producción, optimizar su almacenamiento y desplegar una infraestructura mínima. Hay algunos obstáculos que lograremos superar para consolidar el hidrógeno verde como la energía que ya no es del futuro, sino de un presente más sostenible.

 

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